Quiero dejaros hoy un video de los experimentos de Masaru Emoto, quien alega que las palabras, oraciones, sonidos y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua influirían sobre la forma de los cristales de hielo obtenidos del mismo. Según Emoto, la apariencia estética de los cristales dependería de si las palabras o pensamientos sean positivos o negativos.
Siendo esto así, no es de extrañar que el agua se use para canalizar nuestras malas energías, para limpiarnos, purificarnos y para ayudarnos a sentirnos mucho mejor.