Este sencillo ritual nos permite proteger la paz del hogar y a los nuestros. Es realmente sencillo, sólo tienes que colocar tres velas blancas, una a la entrada, otra en la habitación principal y la última en el salón o en la zona en donde más se reuna la familia.
Mientras las enciendes piensa con mucha fuerza que esas velas consumirán las energías negativas. Una vez encendidas, recita "Universo, te ofrezco estas velas para que con su llama quemes todo mal que pueda afectar a mi casa y mi familia. Que la protección divina que le ofrezcas entre por todos los rincones librándonos de cualquier energía negativa".
Déjalas consumir.