Esto es porque, simplemente, tenemos energía negativa acumulada.
Hay un ritual muy sencillo que nos ayudará a ir, poco a poco, quitándonos esa energía sin mucho esfuerzo.
Coge un vaso de agua antes de irte a dormir. Si puede ser natural, de río, mejor. Si no, no te preocupes, del grifo.
Cuando estés preparado para dormir, cógelo con las dos manos y piensa fuertemente y con mucha fe que durante la noche ese agua atraerá la energía negativa que te rodea y se depositará ahí.
A la mañana siguiente, simplemente tira el agua por el retrete o el grifo. Es posible que veas que se han formado muchas burbujas, algunas grandes. No te preocupes, éso es que hace su trabajo.
Es muy importante que por la noche no bebas de ese agua.
Cámbiala todos los días y, poco a poco, irás sintiéndote mejor.
